domingo, 29 de abril de 2007

LA FAMILIA PIZARRO DEL POZO

ORIGEN:

El progenitor de esta familia limarina, capitán D. Diego Pizarro del Pozo y Clavijo, viene a Chile el año 1605 como paje de guerra del capitán D. Pedro de Olivares y Rico Yelmo. Creemos debió de participar con éste en campañas realizadas en la zona de la frontera. Posteriormente se establecerá en la ciudad de La Serena donde contraerá matrimonio con la dama criolla Da Ana de Gamboa y Astudillo, de quien tendrá extensa descendencia sita a lo largo y ancho del valle del Lirnarí. Provenía de la Villa de Coin, en Málaga, Reinos de España, donde su familia poseía hacienda con viñas y casas.

Los Pizarro de Málaga tenían su origen en D. Diego Pizarro. Natural de Trujillo, quien pasara a Málaga alrededor del año 1560. Un nieto del anterior, don Blas Pizarro del Pozo y Clavijo, ganará ejecutoria en la Real Chancillería de Granada, probando la ascendencia de su abuelo de la antigua casa de Trujillo, (1).
La Casa de Trujillo, solar tradicional de la familia de los Pizarro de Extremadura, tiene un origen remotísimo. Miembros de esta familia se encuentran entre los ganadores que poblaron las ciudades de Trujillo y Cáceres, año de 1329, donde entronizaron por derecho propio su escudo de Armas, (2).
La familia Pizarro del Pozo, en su rama chilena, radicará fundamentalmente en la zona del Curato de Limarí Bajo, donde relacionará con principales familias del sector. Los Pizarro del Pozo fueron propietarios de diversas estancias y haciendas, como La Chimba y Potrerillos; El Altar, Las Damas y Urituguasi. Igualmente tuvieron tierras en La Calera, La Cebada, Socos y Las Salinas; todas ellas ubicadas en el Curato antes dicho. Asimismo poseyeron tierras en Guatulame y Carén, además de otras menores sitas en el Curato de Sotaquí.

Correspondiente a su poderío económico y clase social, los Pizarro de Limarí fueron designados y ocuparon importantes cargos dentro del Cabildo de La Serena, hecho acontecido durante los dos últimos siglos coloniales, XVII y XVIII.

FILIACION EN ESPAÑA

1. DON DIEGO PIZARRO, natural de Trujillo, quien pasara a la ciudad de Málaga alrededor del año 1560. Casó allí con Da Mencía del Pozo y Cinta, hija legítima de D. Cristóbal Ruiz del Pozo. D. Diego el año de 1576 impone un censo en la dicha ciudad, a una hacienda con viñas y casas que poseía en la Villa de Coin, Málaga, en compañía de Da Mencía su mujer, (3). De esta unión derivó el hijo siguiente:

11. DON FRANCISCO PIZARRO DEL POZO, casado en la iglesia parroquial del Sagrario de Málaga, en fecha de 12 de noViembre de 1580, con Da Cristobalina Clavijo, hija legítima de Antonio Gálvez, vecinos naturales de la dicha ciudad. Fueron testigos presentes, el Bachiller Francisco Baltanel, el Bachiller Juan Martínez, clérigos, y el licenciado Cárdenas y otros muchos, (4). Hubo succ.:

HIJOS:
1. D. Blas Pizarro del Pozo y Clavijo, bautizado en la dicha parroquia del Sagrario, en Málaga, en fecha de 13 de febrero de 1582. Fueron padrinos el licenciado Diego Fernández Romero y su hermana Magdalena, (5). Fue Regidor perpetuo de la ciudad de Málaga, litigando su nobleza en la Real Cancillería de Granada, donde obtuvo real carta ejecutoria. Fue casado en dos oportunidades Con Da Ma Bueso de Aguilera, y en segundas nupcias con Di Isabel de Panyagua, (6). Tuvo succ. radicada en España;
2. D. Luis Pizarro del Pozo y Clavijo, quien fuera casado en Málaga con Da Inés Fernández de Lara, con succ. (7);
3. El capitán D. Diego Pizarro del Pozo y Clavijo, que sigue en III;
4. D. Francisco Pizarro del Pozo y Clavijo, nombrado al igual que sus hermanos, en testamento efectuado por D. Diego, fechado en La Serena en 20 VIII 1614, (8).

FILIACION EN CHILE:

III. EL CAPITAN DON DIEGO PIZARRO DEL POZO Y CLAVIJO, quien fuera bautizado en la iglesia parroquial del Sagrario de Málaga, en 15 de noviembre de 1586, por el Sr. Bachiller Melchor de Salinas, Arcipreste de esta Sta. iglesia de Málaga. Compadres fueron, el Regidor Juan María Méndez y Da Juana Ramírez su mujer. Testificaron, Cristóbal Ruiz y Juan Álvarez, (9). Sale hacia Chile el año de 1604, formando parte de la expedición de socorro solicitada por el entonces Gobernador de la Capitanía General de Chile Alonso García Ramón, Formó parte de la compañía del capitán D. Pedro de Olivares Rico Yelmo, debiendo de haber participado en acciones bélicas en la zona de la frontera, las que son descritas en detalle por éste, al testificar frente a D. Alonso González de Nájera, (11). De sus cargos, se conoce el de Teniente General de Corregidor y Justicia Mayor de la ciudad de La Serena, año de 1638. Oficial Real el año de 1646. Fue dueño de casas principales frente al convento de La Merced, en 1618. Propietario de la estancia de Espíritu Santo, que lindaba con tierras de D. Jerónimo Pastene de Ribera en 1638; de las estancias de El Arrayán, Tres Cruces, Socos, Las Salinas, además de otras propiedades menores. Testa dos veces, soltero en 1614, ante Juan Bautista de Campos, en La Serena; y ya casado en igual lugar, en 1643 ante Fernando de Aguirre. Fue casado con Da Ana de Gamboa y Astudillo, la que era hija legítima del alférez D. Miguel de Astudillo y de Da María de Gamboa. Falleció en 1643, siendo sepultado en la capilla de Nuestra Sra. de la Limpia Concepción, iglesia del convento de San Francisco de la ciudad de La Serena.

viernes, 20 de abril de 2007

La gran familia Limarina

Los años de investigación que hemos realizado en la bùsqueda de las raìces limarinas, nos han ido convenciendo cada vez màs-por la importancia que reconocemos en sus linajes originarios- la necesidad de difundir este conocimiento para beneficio de todos aquellos que reconozcan su origen limarino.
De esta forma en su momento, dimos a conocer parte de esta historia en nuestras obras iniciales : Familias Fundadoras del Limarí; Formaciòn de la Sociedad Ovallina; El Valle del Limarì y sus Pueblos; y La Villa San Antonio del Mar, Barraza".
Aùn asì, creemos falta mucho para que el gran pùblico se entere de su verdadero origen.
Es la intenciòn que colocamos en este blog: Contactar con el pasado familiar que nos pertenece, reconocer nuestras ràices sin exclusiones, sin etnocentrismos y desde ahì valorar la identidad que nos fue heredada.